Recorriendo mi País.

“El visitar cada una de estar festividades es para algunos una sana costumbre: con la familia o como jinete en un regio corcel, lo cierto es que el nicaragüense siempre anda en busca de la diversión, la bulla, el chirringuinchin, los traguitos y la pachanga....”

Joshy Castillo

Cada ciudad de nuestro país tiene fiestas religiosas dedicadas a diferentes santos. Junto con estas festividades se celebran las famosas fiestas patronales, hípicas, montados, como quieran llamarles. Estos últimos meses se sucedieron casi seguido varias de estas fiestas: Nandaime, Chontales, Granada.
Para mí la mejor es la de Granada; sin embargo, esta es una opinión muy parcializada por cuanto mis raíces están precisamente allí. Pero todas tienen algo en común: LOS FAMOSOS HIPICOS.
Los dueños de corceles se lucen durante cada fiesta para que ellos y los jamelgos brillen ante los miles de asistentes a las festividades.
Aunque algunos creen que los montados desvirtúan el carácter religioso de la celebración, para otros es parte de la idiosincracia del nica.
En Granada por ejemplo desde hace cuatro años los granadinos al mando de Tuto Solórzano inventaron una especie de Pamplona, cuando los toros provenientes de varias fincas son lanzados al ruedo por las calles de la ciudad en una mezcla de diversión y riesgo pues varias veces los cachudos se alteran con el ruido y la bullaranga y se mezclan con los curiosos que entre gritos, risas y nervios, corren despavoridos para no ser alcanzados por las bestias.
Estas fiestas ahora también se mezclan con la comercial pues las grandes empresas aprovechan para mostrar su productos en adornadas carrozas muchas veces alterando totalmente el sentido de la fiesta. Por eso repito, yo que estuve este pasado domingo en Granada, creo que fue la mejor en organización, desfile y ambiente.
El visitar cada una de estar festividades es para algunos una sana costumbre: con la familia o como jinete en un regio corcel, lo cierto es que el nicaragüense siempre anda en busca de la diversión, la bulla, el chirringuinchin, los traguitos y la pachanga.
Las puertas de Granada, Nandaime, Masaya, Chontales y Matagalpa se abren de por en par para recibir a los amigos de otros pueblos, como lo acostumbraban nuestros antepasados, para brindar toda la hospitalidad que solo el nica conoce.
El vigoron nunca falta o el baho, las tortillas con queso, el tamal, la ensalada, o en otros casos comida más sofisticada como canelones, ensaladas de papa y demás platillos que hacen las delicias de los huéspedes.
Pero algo es seguro: siempre habrá un traguito en la mano y una sonrisa para el visitante.
En la fiesta de la Gran Sultana pudimos ver a nuestro amigo Eduardo Urcuyo en un regio caballo, a mi ex-ministro favorito Fernando Guzmán, a Arturo Correa mi medio pariente y a muchos otros que se lucen en estas conocidísimas fiestas. Si nunca ha ido vaya, se lo aconsejo, gozara de lo lindo, todo en sana paz.
A disfrutar de las próximas fiestas y nos vemos el próximo viernes.