Tisey-Estanzuela: paraíso encontrado.
“Neblina, pinares, orquídeas, musgo y el fresco clima del norte de Nicaragua. Unas 100 especies entre ellas 62 son aves, como el carpintero careto, urraca y colibríes, 28 especies de mamíferos como venado cola blanca, ardillas y guatusas, 10 especies son reptiles tales como iguanas, lagartijas y tortugas, cuesta llegar hasta este sitio colmado de belleza, pero vale la pena....”
De gira por nuestros pueblos se traslada al departamento de Estelí y a la Reserva Tisay – Estanzuela, ubicada a 15 km de la ciudad y a 82 kilómetros de la capital Managua, tiene de extensión 9,344 hectáreas, posee clima fresco, la temperatura varía según la altitud, oscila entre 17º - 24º C.
La vegetación se caracteriza por la presencia de pinares, robledales y bosque latifoleado.
Ahí mismo se encuentra el Salto La Estanzuela, el cual tiene 34 metros de altura. En su recorrido se pueden admirar diversidad de flora y fauna en perfecta armonía, parajes y paisajes magníficos donde los pinos y robles aguardan a los visitantes. Existen varios senderos interpretativos, además de miradores, centro de visitantes y la posada de los Cerratos donde podrá comer y alojarse en las cabañas.
Usted podrá apreciar en su recorrido la neblina cubriendo los cerros, cuyas rugosas superficies asemejan un rompecabezas de colores desde el verde musgo, al crema y al blanco sucio, propiciado todo ello por la humedad reinante en el ambiente, mientras breves lloviznas ponen más fresco el tiempo.
Mientras usted avanza por el sinuoso camino que se asemeja a una culebra entre cerros, pinares, rocas y abismos, se va conociendo todo tipo de leyendas tejidas desde tiempos inmemoriales por los pobladores del lugar.
El sitio se llena del ambiente que deja a la imaginación los cuentos de esos parajes, que se revelan a los sentidos con las voces casi inaudibles del tiempo, de los osados visitantes de la fresca campiña que se perdían inexplicablemente de acuerdo a las leyendas, mientras el viento ayuda al misterio con su rumor de mar, lejano, casi apagado.
La estación de atención de visitantes y de guardaparques, ubicada a unos mil 500 metros de altura, cubre una de las estribaciones de la fresca montaña Esteliana, y un poco más hacia el norte está la bellísima cascada del Salto de la Estanzuela, que cae desde un pequeño cañón hacia lo profundo de la garganta de no muy fácil acceso, y que pese a ello es el balneario oficial del departamento. Llegar al sitio vale la pena.
La Reserva es visitada entre 700 y 800 turistas nacionales y extranjeros anualmente, actualmente se pretende que la mayoría de las familias de la comunidad se involucren en actividades de turismo rural comunitario a través de la prestación de servicios en hospedaje, alimentación, guías en los senderos, venta de artesanía y plantas.
Para ello se hará capacitación en los distintos servicios y se construirán albergues, un comedor, una tienda de artesanía, senderos dentro del área protegida y viveros.
Para llegar hasta la estación de guardaparques y visitantes de la reserva El Tisey-Estanzuela, se sale de Estelí hacia el sur, unos 15 kilómetros; se llega a La Garnacha, comunidad productora de queso de cabra y de vaca, de diversos cultivos orgánicos, así como de artesanías de marmolina y de trabajos de tallado en piedra.